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Superó el cáncer y volvió al básquet: Evaristo Bustos y una historia de vida para contar

Evaristo Bustos, tras superar el cáncer, volvió a jugar al básquet. Su historia de resiliencia y pasión. «Mi vida cambió por completo, especialmente mi perspectiva ante cualquier cosa. Es una enseñanza increíble», dijo.

En una conmovedora historia de resiliencia, Evaristo Bustos, de 25 años y muy querido en el mundo del básquet paranaense, enfrentó con valentía su diagnóstico de cáncer en 2021. A partir de ese momento, inició un proceso de quimioterapia y sacrificio para superar una etapa extremadamente compleja en su vida.

Después de recuperarse, Evaristo volvió a las canchas de básquet y se encuentra en una etapa muy positiva de su vida. Compartió su historia en el programa Buenas Noches de Elonce.

«Yo estaba jugando en Echagüe, rotaba en el plantel de la liga argentina. Durante los entrenamientos decidí dar un paso al costado del equipo para prepararme mejor para el siguiente torneo. En ese proceso, desarrollé una inflamación en el cuello que pensé que era producto del entrenamiento o alguna contractura», relató Evaristo.

«Estaba entrenando en el CeNARD, donde entrenamos un grupo de jugadores profesionales, y hay kinesiólogos y demás profesionales. Me voy a ver y la kinesióloga que ya me miró raro desde el principio, pero yo en ese momento no me di cuenta», añadió.

Luego de dos semanas, la inflamación persistente lo llevó a consultar a una médica clínica. Tras una serie de estudios, el 30 de abril recibió un diagnóstico inesperado de células neoplásicas, indicando que tenía cáncer. El mundo de Evaristo cambió por completo a partir de ese momento.

«Al principio lo tomé como siempre lo hice con el deporte, pensé que iba a luchar contra esto, que le iba a ganar. Luego, cambié el enfoque y empecé a verlo como un proceso en el que íbamos a la par. Durante ese proceso, dejé de considerar la enfermedad como un rival», expresó.

«Al principio no recibí ayuda psicológica, porque creo que es algo que uno debe darse cuenta por sí mismo. Como estudio psicología, intentaba refugiarme en los libros, pero luego decidí buscar la ayuda de una psicooncóloga, Laura Leiva, que me ayudó enormemente a enfrentar el proceso», compartió.

Además del apoyo profesional, Evaristo contó con el respaldo de sus amigos, familiares y muchas personas que lo acompañaron en este difícil trayecto.

«A pesar de la dificultad, especialmente a mi edad, en ese momento tenía 22 años, y si no hubiera mantenido una actitud positiva, no estaría aca. Tuve la suerte de no pasarla tan mal, más allá de las dificultades psicológicas. Las quimioterapias no me debilitaron físicamente, y creo que se debe a mi entrenamiento constante», afirmó.

«Decidí tomar este camino con alegría y tranquilidad, reconociendo que es un proceso», agregó.

En relación a su situación actual, Evaristo explicó: «Pasé por cuatro esquemas diferentes, cada uno con alrededor de tres o cuatro quimioterapias. Debo haber tenido más de 20 quimioterapias en total. El último esquema funcionó y los estudios mostraron una remisión completa».

«Aunque el cáncer que tuve se volvió refractario, ya que volvió a mostrar un porcentaje de enfermedad, lo que queda por hacer es un autotrasplante de médula. Esto lo haré en Buenos Aires y marcará el final de mi proceso de curación. Me falta jugar la final», comentó con determinación.

Al responder a la pregunta sobre qué mensaje daría a quienes están luchando contra el cáncer, Evaristo enfatizó: «Es fundamental cambiar la perspectiva, comprender que es un proceso que debe ser acompañado, abrazado. En lugar de enfrentarlo como un rival, es necesario aceptar la realidad y no tratar de luchar. Personalmente, nunca me gustó la palabra ‘guerrero’. No creo que haya que pelear, sino más bien acompañar y tratarlo con cariño. Saber que, si sucedió, es por algo y que lo que tenga que ocurrir, ocurrirá».

«Evidentemente, la alimentación fue fundamental. Cambié mucho mi alimentación y también conté con el apoyo de mis amigos, quienes estuvieron presentes y fueron un pilar clave para mí», manifestó.

Volver a disfrutar del básquet

Consultado acerca de su retorno al deporte que tanto ama, Evaristo compartió: «Experimenté una gran cantidad de sensaciones. Que me permitieran jugar, compartir vestuarios, ver mi nombre en la lista de convocados, estar con mis compañeros, volver a ponerme las zapatillas, de repente tener a mucha gente mirando desde las tribunas. Incluso los rivales, que en el ambiente del básquet en Paraná nos conocemos todos, me saludaban y me decían: ‘Me alegra verte de nuevo aca’. Son cosas que reconfortan».

«Mi vida cambió por completo, especialmente mi perspectiva ante cualquier cosa que pueda suceder ya sea buena o mala. Es una enseñanza increíble», reflexionó.

Respaldo en Echagüe

Evaristo destacó el apoyo constante de la gente en el club Echagüe. «Siempre tuve un lugar, la gente del club siempre estuvo presente para mí. Cuando pude volver a entrenar, hablé con el entrenador y los dirigentes, y las puertas estaban abiertas. Empecé a desempeñarme bien nuevamente, no me olvide cómo jugar. Una semana antes del debut, el entrenador me preguntó si estaba listo para jugar, y le dije que sí, por supuesto», compartió con una sonrisa.

El amor en tiempos difíciles

«Mi novia Agustina y yo llevamos siete años juntos, y su apoyo ha sido total y absoluto en este proceso. Convivimos y atravesamos esto juntos. Si bien soy yo quien enfrenta la enfermedad físicamente, todos los que te quieren también sufren. La única diferencia es que yo soy el que pone el cuerpo», reflexionó.

Evaristo nunca se rindió, incluso en los momentos difíciles. «Nunca me mostré vencido. Aunque a veces, durante la noche, las cosas se ponían complicadas con la almohada, traté de no demostrarlo. Considero que la enfermedad tiene mucho que ver con la mente. Cuando uno está decaído y ya no quiere enfrentarla te pasa por arriba «.

Un mensaje de esperanza

Evaristo extendió su mano amiga a quienes atraviesan situaciones similares: «Si alguien está pasando por este proceso y desea comunicarse conmigo para obtener ayuda desde mi experiencia o cualquier otra forma, será bienvenido», concluyó el joven.