Augusto Barbaglia, su segunda gestión y los desafíos de la APB

El presidente de la Asociación Paranaense de Básquet admitió que la mayoría de los clubes lo votaron porque a pesar de la Pandemia se llevó adelante un proceso de crecimiento. El sueño de concretar la “Casa del básquet de Paraná” y un programa de digitalización propio. Su respuesta a las críticas sobre refixturación de partidos.

En una extensa entrevista, el dirigente se refirió al presente del baloncesto local, los cuestionamientos a su gestión y las propuestas para su segundo ciclo al frente de la APB.

-¿Qué motivó a Augusto Barbalia y equipo para volver a postularse?

-Nosotros tuvimos un tiempo de trabajo hipotecado por culpa de la pandemia, donde también nos llevó tiempo la apertura y la vuelta a la actividad. Fuimos la primera Asociación de Entre Ríos y una de las primeras del país en volver a la competencia. Fase a fase y con cambios permanentes tuvimos que adecuarnos según los pedidos sanitarios. Fue un trabajo fuerte y desgastante, aunque logramos ponernos en acción. Después, estamos cerca de contar con una sede propia. Ana María Giménez, una entusiasta dirigenta, donó una propiedad a la Asociación Paranaense de Básquet y la Asociación Femenina para concretar la “Casa del básquet de Paraná”. En 90 años de historia nunca tuvimos una sede propia y estamos muy cerca de lograrlo. Con todo ello, vimos que estamos en medio de un proceso muy interesante y por ende decidimos presentarnos para continuar con éstas y otras gestiones.

-¿Y por qué crees que la mayoría de los clubes los eligieron para continuar?

-Los clubes en su mayoría apostaron a la propuesta de seguir creciendo e implementando cosas importantes, como ocurrió con el acta digital. Los clubes ya tienen el dispositivo para llevar este nuevo programa, algunos ya trabajan con el sistema  en el certamen asociativo y también a nivel federativo. Paralelamente, estamos cerrando un sistema operativo propio que significará un paso elemental para todos. Será un avance para digitalizar los datos de los partidos, tener un seguimiento de los equipos, los jugadores y demás. Una base de datos que aportará mucho para el desarrollo de todo el básquet local.

-¿Cuáles serán los grandes desafíos de este segundo mandato?

-Los dos más inmediatos son la concreción de la sede propia y la activación del programa digital propio. A ellos, la propuesta de crecimiento continuo, ya sea en el ambiento local, provincial y nacional.

-Una crítica de los clubes tiene que ver con la fixturación y la refixturación de partidos. Se quejan del atraso y de ciertas desprolijidades en la programación.

-Al inicio de la temporada se les entrega a los clubes la fixturación de la primera y segunda rueda. Después, con antelación se envía el programa con días y horarios de los juegos. Muchas veces, los clubes piden postergar los juegos por equis motivos. Desde la APB se les solicita que entre los clubes se pongan de acuerdo para postergar y reprogramar. Si ellos aceptan, esos juegos se suspenden. Ahora bien, el reprogramar no es sencillo porque se debe coordinar varias cuestiones que no son sencillas, llámese disponibilidad de canchas, de horarios, designación de árbitros y demás. Y cuando algo de eso no coincide esos encuentros no se juegan y se acumulan. Esto, no es culpa de la APB porque son los clubes quienes decidieron postergar el partido.

-Dirigentes y entrenadores han pedido que la APB sea más dura e inflexible para no suspender por suspender.

-Si los juegos se postergan es porque ellos se ponen de acuerdo. No es por la APB. Los clubes tienen una programación establecida. Para la refixturación desde la APB tratamos de encontrarle un lugar, pero no es fácil. Hay muchos partidos, las canchas, los horarios, los árbitros, el Dos Orillas, el Pre Federal. Los clubes tienen mucha actividad y poco espacio, entonces hay problemas de horarios. Repito, la postergación y reprogramación de los juegos no es un problema exclusivamente de la APB. Los clubes piden posponerlos y después no se ponen de acuerdo para jugarlo. Todos estamos involucrados y somos partes.

-¿Qué le pedirías a los dirigentes clubes?

-Todos somos parte de la APB. Que los dirigentes de los clubes no miren el beneficio propio por encima del crecimiento del básquet de la ciudad. Este año se implementó el Pre Federal con un formato de competencia que también nos generó cambios en plena marcha porque algunos clubes la juegan y otros no. Debemos respetar la fixturación del Pre Federal pero también buscarle la vuelta a la nuestra. La competencia creció mucho, están las mismas canchas de hace años, hay cada vez más equipos y menos árbitros. Está bueno que haya actividad y que el básquet crezca, pero la realidad es que no hay problemas que debemos resolverlos entre todos.

-¿Hay chances para que la Primera vuelva a jugar los sábados?

-Nosotros propusimos jugar los fines de semana y no hubo forma para que los clubes se pongan de acuerdo. Ahora con el Pre Federal se hace más complicado, pero la idea es seguir intentándolo. En su momento la intención era que la Primera A juegue los martes y la Primera B los jueves. Un club te decía “no puedo, los martes está ocupado por el femenino”. Otro club decía, “podemos lunes o miércoles. No tenemos disponibilidad de cancha”. La APB busca ordenar la programación pero dependemos de los clubes.

-¿Los entrenadores son una fuente de consulta para resolver problemas de programación?

-El año pasado lo primero que hicimos fue llamar a los entrenadores. El torneo de nivelación formativa fue propuesto por ellos. Igualmente, cuando los convocamos son 4 o 5 los técnicos que van. Nuestra intención es que haya una Asociación de entrenadores de Paraná y que tengan un representante en el Concejo Directivo de la APB. Que todos los lunes haya uno o dos de ellos y que aporten sus conocimientos. Así sucedió con los árbitros, aunque dejaron de ir a la reunión porque los lunes están arbitrando. Es más, nos gustaría que vayan jugadores referentes de cada equipos y que participen. Es complicado porque los lunes a la noche se entrena.

-Un tema que preocupa es la poca cantidad de árbitros que hay para la actividad. -Es cierto. Estamos trabajando en varias ideas a razón de lo que se hizo hasta ahora. Necesitamos gente que quiera arbitrar, que ejerza la función. Si está ligada al deporte, mejor. Hay que capacitarlos y que ello genere un nacimiento de la vocación. Para ello estamos reformulando proyectos para salir a buscar gente no solo en los clubes sino también abrir el juego. El año pasado hubo 30 chicos que capacitamos para que sean árbitros. Fue la época que no había público. Cuando volvió la gente a las canchas, a los dos meses de esos 30 se abajaron 25 chicos. No soportaron la presión, el reclamo y demás. No es fácil, pero estamos en ese proceso.